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Retratos



    El fulano del cuadro se llama Íñigo López de Zárate. Nadie, ni siquiera los autores del catálogo en que figura la reproducción, recuerdan que ocupó un cargo de cierta importancia en la España del XVII. Por razones largas de explicar, durante un tiempo anduve detrás de conseguir verles las caras a este individuo y a varios de sus compañeros, Con poco éxito, la verdad: aunque muchos de ellos se hicieron retratar, con la estética de la época, pocos de estos cuadros se conservan. Como El caballero de la mano en el pecho de El Greco, son soldados desconocidos de la historia civil. Sólo encontré algunos de los más sonados, aristócratas que adquirieron relevancia por otros motivos, básicamente el de estar forrados o ser poderosos: el marqués de Leganés al que pintó nada menos que Rubens, el conde de Chinchón que fuera Virrey del Perú, un Conde Campo Alange que fue ministro de la Guerra, un conde de Altamira que está en el Lázaro Galdeano (y otro al que de niño pintó Goya). Las únicas excepciones, dos segundafilas que identificamos en retrato: este de López de Zárate que se conserva en la VOT de Madrid, y un Pedro Berberana al que retrató Velázquez. Ah, y una escultura orante de los marqueses de Cusano que estaba en un pueblo de Guadalajara, de las que sólo se conservan fotos. Ah, y el de Tadeo José Bravo, pero ese me pillaba fuera de fechas.
    Durante años me tomé bastantes molestias para ponerles cara es tos fulanos. No hubo forma. Tampoco me sirvió de gran cosa cuando lo conseguí. Ahora, sin embargo, ha sido ponerme un rato con el google y he encontrado en unos minutos copias de todos aquellos retratos que me costó meses localizar, y alguno de rebote que ni siquiera conocía. Ahora que, después de todo lo que ha llovido, no se pueden imaginar lo mucho que me traen al pairo don Íñigo y sus colegas.
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1 opinan

  • Palmaria demostración de que nuestros intereses cambian con el tiempo. Inevitablemente. Bicos.

    Anonymous peke a las 12:23 p. m.       

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