viernes, febrero 06, 2009
Palabras minadas
Últimamente las minas me han estado gastando algunas bromas. Ya sé que el tema es serio (ahí tienen la fotografía de Gervasio Sánchez, que acaba de llevarse un premiaco importante con esta serie que son algo más que fotografías: Vidas minadas. Diez años después), y lo mío es más de andar por casa.
Primero fue Cambalache (el Tango):
Si es lo mismo el que labura
noche y día como un buey
que el que vive de las minas,
que el que mata o el que cura
o está fuera de la ley.
A mi no me parecía tan inmoral el negocio de la minería (ni siquiera compo propietario), hasta que caí.
Luego me sorprendí en un viaje reciente por Francia, leyendo con atención un cartelón con membrete en un bar, con las normas de relativas a la Repression de l'ivresse publique et protection des mineurs . La fecha era reciente (creo que será una modificación del código de salud pública de 2007), y me chocaba, aunque como era una zona montañosa pensé que tal vez la municipalidad o quien correspondiera deseaba proteger a los trabajadores de las minas. Pero tampoco era eso.
Imagino que por eso les llaman falsos amigos.
© foto: Gervasio Sánchez